Por su naturaleza, una solución de Identity and Access Management (IAM), siempre se caracterizó por brindar un amplio abanico de beneficios de negocio o “business drivers”.
Dichos beneficios parten de los más evidentes, como la reducción de riesgos y el cumplimiento regulatorio, pero también aporta beneficios de tipo financiero donde se destacan: una reducción de los costos operativos y una mayor productividad de la fuerza de trabajo, al otorgar un acceso rápido y confiable a las herramientas e información de negocio (concepto “zero day start”).
Al promover la automatización y el autoservicio, estas soluciones permiten robustecer y hacer más eficientes procesos típicamente manuales. Esto nos posiciona en el inmejorable escenario de poder convencer a la alta gerencia sobre la necesidad de invertir en seguridad, demostrando un retorno financiero (ROI) medible y realista, a prueba del comité de inversión más difícil.
Cuando hablamos Customer Identity and Access Management (CIAM), nos referimos a una familia de herramienta que, si bien tiene como base muchos de los componentes de un IAM (a gran escala, siendo que gestiona clientes o consumidores), es importante destacar algunas diferencias fundamentales. Por un lado, al igual que un IAM proporciona un sistema de autenticación y registro seguro, con capacidad de integración a múltiples plataformas y repositorios, pero además agrupa una serie de funcionalidades orientadas al cliente que tienen como objetivo mejorar la competitividad de las empresas. ¿De qué manera?, aportando una serie de beneficios que podemos resumir en:
Ayuda a la fidelización de los clientes. La fidelización, como uno de los principales desafíos del marketing, requiere tener un conocimiento cada vez más profundo del cliente, lo que se consigue construyendo una visión unificada de su identidad. De esa manera podremos, por ejemplo, dirigir campañas de marketing de manera mucho más efectiva basada en los gustos e intereses de nuestros clientes.
Mejora la experiencia del usuario. Esto se logra, primero, brindando una mejor experiencia del cliente que facilite el registro y login de acceso, ofreciendo la posibilidad al usuario de validar su identidad a través de su cuenta de red social (Facebook, LikedIn, Google, etc). Segundo, siendo capaces de “perfilar” mejor al usuario, mostrándole la información más relevante según la persona y sus intereses a través de un número creciente de canales y dispositivos.
Garantiza la privacidad. La gestión de datos asociada con los puntos anteriores, no debe ir en detrimento de normativas como GDPR o la Ley de Protección de Datos Personales propia de cada país. Solo basta ver las recientes noticias relacionadas con los casos de robo (o mal uso) de datos de clientes sufridos por algunas empresas importantes y las altísimas multas que recibieron. En ese sentido, el CIAM se basa en el concepto de privacidad por diseño, ocupándose de gestionar el consentimiento de los clientes y resguardando la información recolectada, acorde a los requisitos generalmente exigidos.
Actualmente, existe un número creciente de implementaciones exitosas de CIAM a nivel mundial, la mayoría en Estados Unidos y Europa. En Latinoamérica los primeros pasos los están dando los retails, líneas aéreas, bancos y en menor medida, las empresas de turismo. En resumen, el CIAM es considerado un diferenciador competitivo, que poco a poco se convierte en el eje central de la transformación digital de cualquier empresa.
Assertiva en Segurinfo Chile 2019
A quienes deseen más información sobre los conceptos expuestos en la presente publicación, los invitamos a #SegurinfoChile #Segurinfo2019, que tendrá lugar este 27 Agosto a partir de las 8:30 Hrs. en el Hotel W, donde dictaremos la charla «Customer Identity and Access Management (CIAM), la identidad como eje de la transformación digital«.
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